En 2018, se estimó que 19,2 millones de personas fueron desplazadas como resultado de desastres provocados por desastres repentinos, como inundaciones, tormentas, actividad volcánica y terremotos. Sin embargo, muchas más personas se ven obligadas a huir de sus hogares cada año debido a los desastres de desarrollo lento, como las sequías, la desertificación y el aumento de la salinización. La mayor parte de estos desplazamientos son internos, aunque algunas personas cruzan las fronteras nacionales para llegar a un lugar seguro. A medida que se intensifiquen los impactos del cambio climático, se espera que aumenten aún más los niveles de desplazamiento relacionados con los impactos climáticos.
En ciertos casos, las afectaciones son tan severas que se requiere la reubicación planificada de personas o incluso de comunidades enteras. En este sentido, la reubicación planificada puede constituir una forma de reducir el riesgo de desastres o adaptarse a un clima cambiante. Sin embargo, las experiencias previas son predominantemente negativas debido, sobre todo, a la falta de participación de la comunidad, la selección de sitios inapropiados y la subestimación de los costos de reubicación.
A la luz de lo anterior, esta ficha técnica, elaborada por la Federación Internacional de la Cruz Roja, es relevante porque proporciona una visión general y recomendaciones sobre la importancia del Derecho internacional en materia de desastres, así como de las políticas al respecto, a la hora de abordar el desplazamiento en el contexto de desastres y cambio climático.