Este informe es el primer y más exhaustivo estudio de su tipo en centrarse en el nexo existente entre los impactos climáticos de evolución lenta, los patrones de migración interna y el desarrollo en tres regiones en desarrollo del mundo: África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina.
En él se concluye que para 2050, a menos que se adopten medidas urgentes de acción climática y en materia de desarrollo tanto a nivel internacional como nacional, estas tres regiones, tomadas en conjunto, podrían tener que lidiar con decenas de millones de migrantes internos por motivos climáticos. Se trata de personas que se ven obligadas a abandonar áreas cada vez más inviables de sus países debido a problemas crecientes como la escasez de agua, las malas cosechas, el aumento del nivel del mar y las mareas de tormenta.