Las mujeres y las niñas han sufrido diferentes formas de discriminación a lo largo de la historia de la humanidad, en la mayoría de sociedades y durante todas las etapas de la vida. Los roles de género que tradicionalmente han determinado la posición social de las mujeres en la familia y en la comunidad, junto con el hecho de que el cambio climático incide directamente en los factores más esenciales para la vida (agua, alimentación, suministro energético y otros cuidados), de los que ellas suelen tener que hacerse cargo, hacen que se vean afectadas de diferente manera por los impactos climáticos.
En el presente informe se profundiza en los impactos diferenciados del cambio climático para mujeres y niñas. En concreto, se analizan las implicaciones de la escasez de agua, las inundaciones y otros desastres, así como los efectos sobre la salud específicos del cambio climático para ellas. Además, se reflexiona sobre cómo las mujeres y las niñas se enfrentan a graves amenazas cuando sus parejas migran en contextos de crisis generadas por la sequía, por ejemplo, y ellas permanecen en el lugar de origen. También se analiza cómo, en los campos de personas desplazadas y refugiadas a los que acuden tras las inundaciones, huracanes y otros eventos similares, sufren altos índices de vulnerabilidad. Esto ocurre especialmente cuando no se tienen en cuenta sus necesidades específicas, son excluidas de la gestión o no se les entregan los alimentos directamente, hechos que ocurren con demasiada frecuencia. Además de lo anterior, las mujeres y niñas migrantes, independientemente de las causas de su traslado, se exponen a ser víctimas del tráfico de personas con fines de explotación sexual, a la precariedad laboral y a sufrir racismo y xenofobia, entre otras discriminaciones y formas de violencias basadas en el género.