La migración y el desplazamiento relacionados con el cambio climático han recibido una atención cada vez mayor en los medios de comunicación, en la investigación y entre los responsables de la formulación de políticas en los últimos años. Una serie de estudios han producido estadísticas y pronósticos extremadamente preocupantes sobre la escala potencial de la migración y el desplazamiento debido al cambio climático ahora y en el futuro.
Podemos ver en los últimos estudios del Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos calculó que solo en 2019 casi 25 millones de personas fueron desplazadas por desastres como inundaciones y tormentas tropicales, tres veces el número de desplazados por conflictos y violencia (IDMC 2020a). Además, según el informe Groundswell de 2018 del Banco Mundial estimó que, si no se toman medidas sustanciales de mitigación y desarrollo del cambio climático, los impactos climáticos de aparición lenta podrían desplazar hasta 143 millones de personas en solo tres regiones del mundo.
Este tipo de cifras han sido ampliamente divulgadas y debatidas, en política y en los medios de comunicación, Aunque existe evidencia de que el aumento de las temperaturas, conducirá a desastres e impactos más lentos como la sequía o el aumento del nivel del mar. Actualmente ya ha desempeñando un gran papel en la movilización de personas en todo el mundo, y es probable que estas cifras aumenten a medida que los impactos del cambio climático intensificar (UNINE nd; GMDAC 2020 de la OIM).
Las investigaciones sobre este tema advierten que si no se da importancia a la movilidad de millones de migrantes climáticos y personas desplazadas puede crear una gran alarma social (Flavell et al. 2020). Por lo tanto, las políticas sobre desplazamiento, migración y cambio climático deben invertir en análisis detallados de la movilidad humana y utilizarlos para crear nuevas medidas.
En este sentido, este artículo examina la interacción entre los impactos climáticos biofísicos, la migración, el desplazamiento y la (in) seguridad.
El objetivo es ir más allá para comprender mejor las diferentes formas en que la movilidad puede servir como una estrategia de adaptación a los riesgos y vulnerabilidades relacionados con el clima y los conflictos. También tiene como objetivo evaluar cuán efectiva es la movilidad como estrategia de adaptación, incluida la pandemia de COVID-19.
El análisis se centra en dos estudios de caso, Bangladesh y Asia Central, cada uno de los cuales presenta diferentes vías de movilidad humana. También considera cómo la pandemia de COVID-19 está afectando la capacidad de las poblaciones vulnerables al clima para utilizar la movilidad como una estrategia de adaptación efectiva, considerando restricciones de movimiento, aumento del desempleo en las ciudades, reducción de oportunidades de trabajo estacional (por ejemplo, en el sector agrícola), retorno migración e impactos en los flujos de remesas.
En conclusión, el documento hace recomendaciones para informar a los gobiernos de los países de origen y las políticas y programas humanitarios y de desarrollo internacional en relación con la movilidad y el cambio climático / seguridad, incluidos los de la UE y los Estados miembros de la UE.
Se trata de un documento de CASCADES que analiza el cambio climático, la movilidad y la seguridad en Bangladesh y Asia Central.