Los territorios frontera

NUAKCHOT REBECA BAEZA

Por Jesús Rivillo

La comunidad científica, los organismos internacionales y la mayoría de los gobiernos mundiales, no cuestionan que el cambio climático es una de las causas de las crisis naturales, sociales y económicas que se están desencadenando en el Planeta. Sus impactos afectan por igual a todas las regiones, tanto a las del norte como a las del sur global; pero las capacidades de mitigación, adaptación o de resiliencia, son muy distintas dependiendo de las interdependencias geopolíticas, la propiedad de los recursos o los modos de producción.

Los países con unos índices de desarrollo humano (IDH) medio y bajo, son en donde se encuentran las poblaciones más vulnerables, que se hallan en la encrucijada de decidir entre poner en peligro su vida o el exilio. Estos son los refugiados de los fenómenos meteorológicos extremos, de la destrucción de los ecosistemas y de los conflictos bélicos por el control de los recursos. En definitiva, son los exilados de las consecuencias de un sistema de producción y consumo insostenible, que pone en una situación límite al conjunto de los seres vivos y del que no han sido ni son responsables.

En las conclusiones del informe presentado por el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, en el marco de la Conferencia Río+20. se recoge:

«El Cambio Climático aumenta la vulnerabilidad de comunidades enteras, que se ven obligadas a abandonar sus hogares y son empujadas hacia zonas en conflicto o hacia el exilio»

Desplegando el mapa de los países del sur se observa rápidamente que son regiones periféricas deprimidas, con límites geográficos y socioculturales difusos, que tienen unas tipologías climáticas frágiles y sensibles a los cambios de las condiciones naturales, con graves problemas de deuda externa que les hacen dependientes de países terceros y donde la mayoría de la población se encuentra en el umbral de la pobreza.

«La dialéctica entre las señales que aparecen en los mapas geopolíticos y los impactos del cambio climático provocan, necesariamente, los desplazamientos de personas y pueblos que huyen de las guerras, las pandemias, las hambrunas o de los fenómenos meteorológicos extremos y de desarrollo lento»

Grupos humanos que en su mayoría se instalan en campos de refugiados y una reducida minoría que, por sus capacidades económicas, de formación o por el apoyo familiar y vecinal se dirige hacia los «territorios frontera».

Estos «territorios frontera» son lugares de encuentros geográficos, culturales y comunicacionales, donde se impide la salida de refugiados hacia los países desarrollados a través de instrumentos legales, políticos y policiales, y que están ubicados en los barrios y en las periferias marginales de las ciudades fronterizas.  Son localidades «Litoralizadas», es decir permeables a las entradas de personas e impermeables a la salida hacia los países del norte. Áreas urbanas con unos crecimientos demográficos exponenciales (de población joven, mujeres y niños), de una manifiesta escasez de recursos sanitarios y educativos, que presentan graves carencias de infraestructuras y servicios y, en especial, son zonas expuestas a cambios sociales traumáticos.

Las políticas migratorias pactadas por los países con IDH muy alto, «países donantes», con aquellos donde se ubican «los territorios frontera», están sometidas a un permanente control policial, tanto por parte de las policías internas como por las policías de los «países donantes». Además, los convenios internacionales firmados entre partes, que fueron los marcos legales para creación de estas políticas, llevan cláusulas de acompañamiento tales como: la implantación de empresas de enclave que facilitarían la «Litoralización» de estos lugares.

Estas unidades productivas fueron creadas con las finalidades manifiestas del desarrollo económico y la creación de puestos de trabajo, y otras no tan explícitas como sacar fuera de los países donantes las actividades contaminantes y justificar el mercadeo de la compra de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero.

En definitiva, los «territorios frontera» son espacios peri-urbanos donde se reproducen los conflictos culturales, económicos y ambientales de las regiones deprimidas de Latinoamérica, Asia o África. Son lugares de paso de las personas que están esperando salir, aun arriesgando sus vidas, o evitar el regreso a sus pueblos y lugares de origen para no llevar, a su familia y vecinos, el fracaso de otra oportunidad perdida.

Jesús Rivillo es sociólogo, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (1983) y Doctor por la misma Universidad. Tesis doctoral: «Los refugiados climáticos y el cambio social en los territorios frontera». Jesús tiene más de veinticinco años de experiencia como investigador y director de programas de educación ambiental y desarrollo socio-comunitario promovidos por diversas ONG y los estados Español y Paraguayo. Ha sido docente colaborador de la Facultad de C.C de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.