Zenadth Kes (islas del Estrecho de Torres, Australia) se ha convertido, en los últimos años, en un enclave de gran relevancia en el área geográfica del Pacífico, debido a su especial vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático. Esta vulnerabilidad nace de la condición de la casi inexistente elevación de las islas por encima del nivel del mar, lo que las sitúa en una posición de gran riesgo.
Este contexto favorece el avance de las siguientes amenazas: inundación de hogares y lugares de culto, contaminación de fuentes de agua dulce (como acuíferos) con agua salada (además de diferentes plantaciones de subsistencia), acidificación del agua del océano (afectando gravemente a los corales marinos, provocando incluso su muerte), pérdida de biodiversidad (que incluye la reducción de la pesca de subsistencia), entre otras. En definitiva, toda una serie de circunstancias que hacen de la vida en las islas, si no imposible, casi imposible. Además, todas estas amenazas irán en aumento en los próximos años, por lo que podemos predecir que, lamentablemente, en un futuro tal vez no tan lejano, las islas de Zenadth Kes se volverán inhabitables.
Las comunidades indígenas que habitan estas islas representan un grupo étnico único, con una cultura ancestral y unos valores tradicionales específicos, además de un importante vínculo con las islas. Tal y como señala Sophie Marjanac (principal abogada defensora de los isleños, de quien se habla más adelante): “en la cultura del Estrecho de Torres, es responsabilidad de los que están vivos cuidar de su tierra para las generaciones del futuro”. Por esta razón, este vínculo tan importante hace que los isleños se vean especialmente amenazados por los impactos del cambio climático, debido a la dependencia que mantienen con el medio en el que viven.
Los impactos del cambio climático llevan años sembrando el miedo entre los isleños de Zenadth Kes, quienes temen no poder habitar las islas en un futuro, lo que supondría el fin de su cultura. Este miedo a perder lo más valioso que poseen, ha llevado a un grupo de 8 isleños a movilizarse en la defensa de lo que han considerado como una violación de sus derechos humanos. Para ello, el pasado 13 de mayo de 2019, los isleños interpusieron la que supone la primera demanda en materia de cambio climático, dentro del ámbito de los derechos humanos, al gobierno australiano, ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La demanda se considera única, de igual manera, debido a que los demandantes son isleños procedentes de islas de muy poca elevación, afectadas por el cambio climático.
La entidad que se ha encargado que representar a los isleños ante el Comité se llama ClientEarth, y la abogada principal que lleva el caso es Sophie Marjanac. El contenido de la demanda puede resumirse en dos partes: por un lado, las quejas dirigidas al gobierno australiano en cuanto a su inacción ante los embistes del cambio climático y, por otro lado, los derechos humanos que se señalan como violados.
Los isleños recriminan al gobierno australiano su insuficiente iniciativa a la hora de emprender medidas de contención, adaptación y defensa ante los impactos del cambio climático. Además, también recriminan al gobierno haber fallado en su labor de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye de manera directa al cambio climático.
Respecto a los derechos que los isleños señalan como violados, que pertenecen al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, son los siguientes:
- Derecho a la vida (Artículo 6).
- Derecho a la privacidad y a la vida en familia (Artículo 17).
- Derecho a la cultura (Artículo 27).
Los habitantes de Zenadth Kes señalan que esta inacción del gobierno australiano, traducido en esa contribución al cambio climático, es la causa de que estos derechos se hayan visto vulnerados. Sophie Marjanac señala: “la gente del Estrecho de Torres está en primera línea climática y en riesgo de convertirse en refugiados climáticos en su propio país.”
En cuanto a las peticiones de los isleños dirigidas al gobierno australiano, estas serían:
- Destinar 20 millones de dólares a medidas de contención y adaptación a los impactos del cambio climático, como muros costeros, por ejemplo.
- Una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero un 65% por debajo de los niveles registrados en el año 2005, para el año 2030.
- Dejar de producir electricidad nacional obtenida del carbón térmico, así como dejar de exportarla a mercados internacionales.
Una vez interpuesta la demanda al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el gobierno australiano le pide al Comité que desestime la misma en agosto de 2020. Basan su petición en el argumento de que el cambio climático, al tratarse de un problema a escala global, y al cual han contribuido numerosos países, no tiene un único responsable al que culpar de manera unilateral y, por esta razón, solicitaban el rechazo del Comité a la demanda de los isleños. Además, también argumentaban que los impactos del cambio climático supondrían un problema en el futuro, y no en la actualidad, lo que es completamente erróneo, pues ya se observan los efectos del aumento del nivel del mar, entre otros. El Primer Ministro, Scott Morrison, y el Ministro para la Reducción de Emisiones, Angus Taylor, rechazaron la invitación para visitar las islas de Zenadth Kes.
Hacia finales del año 2020, los profesores David Boyd (actual Relator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente) y John Knox (predecesor de David en las Naciones Unidas), expertos jurídicos en materia de medio ambiente y derechos humanos, redactaron un informe independiente en el que mostraban apoyo a los isleños. Según David Boyd: “el gran desafío es garantizar el cumplimiento e implementación de las obligaciones legales existentes.” A lo que John Knox añade: “proteger los derechos de aquellos que más en peligro están respecto al cambio climático, debería ser una prioridad superior para los Estados, pero para la mayor parte de ellos, es una cuestión que no requiere de nuevos tratados internacionales.”
Actualmente, el Comité se encuentra en proceso de deliberación a la espera de emitir un dictamen final (no vinculante) en favor, o bien de los isleños, o bien del gobierno australiano. Para tomar esta decisión última, se basará en los documentos que haya presentado cada parte, así como en el informe independiente presentado por David Boyd y John Knox, entre otros.
Como se ha mencionado, la decisión final es de gran relevancia ya que podría sentar un precedente internacional que podría traer consigo, a su vez, nuevas solicitudes por parte de habitantes de islas de poca elevación de la región del Pacífico, así como de otras partes del mundo.
Las citas de las personas expertas señaladas en el texto, forman parte de una investigación independiente realizada por la autora de la entrada del blog, en la que realizó entrevistas entre marzo y agosto de 2021.